En el escroto hay una gran cantidad de órganos y estructuras de las que depende la fertilidad masculina. Una de ellas es el epidídimo, un pequeño tubo en espiral en el cual se almacena el semen y se transporta durante la eyaculación. Esta pequeña formación se puede inflamar, produciendo la epididimitis.
La inflamación del epidídimo resulta dolorosa y molesta. Este conducto se ubica en la parte posterior del testículo, y cuando se hincha puede contagiar al testículo, inflamándolo también. En este caso se produce orquiepididimitis. Esta patología se puede desarrollar a cualquier edad. 716
Síntomas de la epididimitis
Entre los síntomas de la epididimitis se pueden encontrar los siguientes:
- Hinchazón general en el escroto, con enrojecimiento y aumento de la temperatura
- Sangre en el semen
- Necesidad frecuente de orinar
- Dolor al orinar
- Dolor en la zona inferior pélvica
- Sensibilidad extrema en el lado del testículo que esté afectado.
Causas de la epididimitis
La gran mayoría de los casos de epididimitis se genera por una infección bacteriana. Muy común en heterosexuales de entre 19 a 35 años, se produce por la diseminación del patógeno. La bacteria entra al organismo por la uretra, y puede alcanzar la próstata, la vejiga y los testículos.
La clamidia y la gonorrea pueden generar epididimitis, aunque no se presenta en todos los casos. Las relaciones de penetración anal son muy propensas a generar epididimitis, por el ingreso a la uretra de bacterias relacionadas con heces fecales. La E. Coli es la principal causa de esta patología.
En algunos casos, en niños y en ancianos, la epididimitis se puede producir por un desequilibrio de la E. Coli en el organismo. También puede ser consecuencia de casos de tuberculosis o de la bacteria urea plasma. El uso de ciertos tratamientos para controlar anormalidades en los ritmos cardíacos, como la amiodarona, puede producir epididimitis.
Una epididimitis también puede surgir como consecuencia de tres situaciones:
- Un traumatismo en los testículos
- Una vasculitis
- Complicaciones a raíz de una vasectomía.
Factores de riesgo
Al ser una zona de gran complejidad y de comunicación con el exterior, hay muchos factores de riesgo relacionados con la epididimitis. Estos son:
- Una cirugía reciente en la zona testicular
- Antecedentes de infección en vías urinarias
- Hiperplasia prostática
- Uso frecuente de una sonda vesical
- Promiscuidad
- No usar preservativos.
¿Cómo se diagnostica la epididimitis?
El diagnóstico de la epididimitis lo hace el urólogo. La mayoría de los pacientes consulta al notar cambios súbitos en la zona testicular, así como también dolor y malestar. Otra causa de consulta es la presencia de sangre en el semen.
El urólogo hará las siguientes pruebas:
- Examen físico. Mirará si hay inflamación de ganglios en la ingle y palpará el testículo para notar el estado del epidídimo.
- Análisis de laboratorio. Se busca detectar enfermedades de transmisión sexual, tomando muestra de secreción del pene si la hay. Los exámenes de orina y de sangre son vitales para determinar el tipo de bacteria.
- Ecografía. Si hay sospecha de una torsión testicular, la ecografía ayuda a descartarla.
Tratamiento de la epididimitis
La epididimitis es una patología que tiene un excelente pronóstico de curación. Con tratamiento adecuado se logra erradicar totalmente. Lo importante es no automedicarse y determinar exactamente la causa que la provocó.
Si la patología se produjo por infecciones de transmisión sexual, se requiere que usted y su pareja tomen el tratamiento para eliminar la bacteria. Sucede mucho en casos de clamidia y gonorrea. Si es una pareja no habitual deberá abstenerse de volver a tener relaciones íntimas con esa persona.
Algunas recomendaciones a seguir son:
- Reposo, para mantener los testículos elevados
- Aplicación de compresas heladas
- Evita levantar pesos
- Abstinencia hasta que se supere la infección.
Prevención de la epididimitis
Un origen frecuente de infecciones en el tracto urinario en el hombre es la penetración anal. El uso del preservativo es vital, así como la correcta higiene al concluir el acto.
Una sexualidad responsable es el mejor escudo para protegerse de las enfermedades de transmisión sexual.
La importancia del chequeo urológico
Un chequeo anual urológico es vital y necesario a partir de los 40 años. Cuando un hombre comienza a ser sexualmente activo corre riesgos de infecciones si no cuenta con la educación adecuada y no aplica el sentido común. Consulta con tu urólogo ante cualquier síntoma.
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Cemsi Especialidades Oncológicas
Pedro Maria Anaya 1905, Chapultepec Culiacán.