El escroto es una de las zonas más delicadas del cuerpo del hombre. Se trata de una bolsa que contiene los testículos, los órganos reproductivos y hormonales que definen la fertilidad masculina. Son susceptibles de que se formen masas, una de ellas es el hematocele. Vamos a analizar qué lo provoca y cuál es su tratamiento.
¿Qué es el hematocele y cómo se forma?
Cada testículo está ubicado dentro de un saco membranoso que, a la vez, va dentro de la piel del escroto. Un hematocele es la acumulación de sangre entre las capas de la membrana que rodea cada glándula. La causa principal del origen de un hematocele es un trauma.
Un golpe fuerte en los testículos puede producir una rotura de un vaso sanguíneo de los muchos que hay en esta zona. Las membranas que recurren el testículo son irrigadas, y cuando se rompen la sangre no saldrá hacia ningún lugar, sino que se acumulará dando lugar a un quiste.
El proceso del hematocele
Para que se desarrolle un hematocele tiene que producirse una rotura de un vaso sanguíneo. Una cirugía en la zona testicular o un trauma pueden desencadenarlo. La masa de sangre se va endureciendo y muchas veces aumenta su tamaño, volviéndose molesta y dolorosa.
Síntomas del hematocele
El hematocele se aprecia como una masa cercana al testículo. Es posible que no se detecte de inmediato porque, al producirse por un trauma o cirugía, se confunde con la misma inflamación provocada por aquellas situaciones. Sin embargo, cuando cede la inflamación, el hematocele marca su presencia como una protuberancia.
Entre sus síntomas destacan los siguientes:
- Inflamación testicular, aumentando exponencialmente el tamaño del escroto
- Dolor al contacto
- Dolor abdominal en ocasiones
- Malestar general.
Diagnóstico del hematocele
La forma de diagnosticar el hematocele es a través de una ecografía. Con las imágenes por ultrasonido del testículo se puede determinar la posición exacta del hematocele, así como también si se ha derramado. Una técnica es la iluminación testicular, que resulta negativa en caso de hematocele y positiva en caso de hidrocele.
Tratamiento del hematocele
El hematocele suele ceder con el tratamiento tradicional. El cuerpo encuentra la forma de reparar el vaso sanguíneo roto, cicatrizándolo y reabsorbiendo la sangre. Para lograrlo se deben seguir las siguientes etapas:
- Reposo absoluto. Se te recomendará que te mantengas acostado, y que coloques una tabla debajo de tus muslos para elevar la parte pélvica.
- Hielo. El hielo tiene un poderoso efecto antiinflamatorio, y la reducción de la temperatura del testículo ayudará a comprimir el vaso sanguíneo afectado. Las aplicaciones se pueden hacer cada 3 o 4 horas.
- Fármacos
- Cirugía. Si el hematocele no cede, sino que aumenta el tamaño y sigue la molestia, se podrá ordenar una intervención quirúrgica. Se hace resección de la membrana para corregir la pérdida de sangre.
El hematocele asociado al cáncer
En algunas oportunidades, el hematocele está asociado al desarrollo de una patología neoplásica en el testículo. Se presentan cuando los tumores no han sido tratados con tiempo, y muchas veces en la fase avanzada. Para evitar complicaciones hay que consultar con el urólogo cada año a partir de los 40 años.
El autoexamen de los testículos
Revisar los testículos es muy fácil y se debe hacer de manera frecuente. Un buen momento es justo después del baño, mucho más si se utiliza agua caliente. La piel está relajada y se puede advertir cualquier irregularidad que se encuentre.
La mejor forma de examinar los testículos es la siguiente:
- Toma un testículo y sujétalo firme con una mano, mientras con la otra exploras el otro.
- Estira la piel con la glándula y tócala con los dedos, para apreciar la posible existencia de bultos
- Si detectas algo extraño, intenta determinar la sensación. Si es duro o blando, o si te genera dolor o no
- Obsérvalos frente al espejo y detecta si hay algo anormal en su forma. Es muy natural que un testículo pueda ser un poco más grande que el otro.
- Acude al médico inmediatamente si detectas algo irregular en los testículos.
No descuides tu salud urológica
La revisión de tu sistema urológico y genital es de vital importancia. El chequeo anual es necesario, con más razón si tienes más de 40 años. Presta atención a tu salud urológica.
CONTACTO
Cemsi Especialidades Oncológicas
Pedro Maria Anaya 1905, Chapultepec Culiacán.