Sustituir un órgano con otro es una intervención quirúrgica delicada y a la que se llega cuando se toca el extremo de no encontrar otra solución terapéutica. El trasplante renal es, de lejos, el más común que se realiza en todo el mundo y se trata de sustituir un riñón irremediablemente dañado por uno que preste su función al organismo.
El trasplante renal tiene dos formas principales de clasificarse, de acuerdo con la proveniencia del riñón a implantar en el paciente:
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- Trasplante de vivo a vivo
- Trasplante de fallecido a vivo.
Para que sea indicado un trasplante renal, el paciente debe estar diagnosticado con una enfermedad renal crónica avanzada. En algunos casos se indica cuando el paciente ya está sometido a las diferentes opciones de la terapia renal sustitutiva, entre las que destacan la diálisis.
El procedimiento del trasplante renal
En la mayoría de los casos del trasplante renal, no se extirpa el riñón o ambos riñones dañados. Por el contrario, el nuevo riñón se injerta en el bajo abdomen, en una zona donde se une fácilmente a venas y arterias y a la vejiga urinaria. Es necesaria la aplicación de terapia con medicamentos para evitar el rechazo del órgano.
La búsqueda del donante del trasplante renal
Hay que hacer varias pruebas para determinar que haya compatibilidad entre donante y receptor, así como también establecer que no haya anticuerpos que puedan destruir el órgano. El porcentaje de éxito de esta intervención es, en general, muy alto, y muchas personas pueden vivir durante décadas con un riñón trasplantado.
El postoperatorio de un trasplante renal
La operación suele durar en torno a tres horas, en la cual incluso ya el riñón puede comenzar a producir orina apenas se conecta con los vasos sanguíneos. Sin embargo, hay casos de trasplante renal en las que el riñón tarda para comenzar a operar, un fenómeno conocido como riñón vago. En esas oportunidades al paciente se le aplican medicamentos para estimular su actividad.
El pronóstico del trasplante de riñón
El trasplante renal es el tratamiento de elección para los pacientes con enfermedad renal crónica avanzada, pues los estudios médicos determinan que es mayor el beneficio. El paciente puede mejorar sensiblemente su calidad de vida con respecto a la diálisis, y la expectativa de vida puede superar los quince años en relación con el mismo tiempo con uso de diálisis.
No en vano se considera que el trasplante de riñón es el más realizado en todo el mundo por sobre los otros órganos. Incluso en pacientes de una edad muy avanzada, el pronóstico de éxito es muy alto, por lo que el médico lo recomendará en tanto sea necesario.
Cuidando la salud de los riñones
Cuidar la salud de los riñones es fundamental para evitar la enfermedad renal crónica aguda. La diabetes y la hipertensión sostenidas y mal tratadas son factores detonantes del deterioro de estos órganos, y aunque también la enfermedad poliquística renal es un factor genético, hay que cuidarse.
Una dieta sana, menor ingesta de sal y azúcares, el ejercicio físico constante y la hidratación permanente y adecuada, son todos factores necesarios para mantener los riñones en perfecto estado. La visita al urólogo anualmente también resulta fundamental, así como también si nota algún síntoma o molestia o cambio en su orina.
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Cemsi Especialidades Oncológicas
Pedro Maria Anaya 1905, Chapultepec Culiacán.